Síntesis de contenido:
Tal como se expresa en la Introducción, el libro aborda el rol fundamental del editor de adquisiciones o coordinador editorial, en tanto persona responsable de evaluar manuscritos, propuestas o proyectos; de crear ideas para nuevos libros; de contratar autores, y de supervisar los libros a lo largo del proceso de edición. Se propone desarrollar cuáles son las principales tareas del editor y señalar los errores más comunes que pueden cometerse en el trabajo editorial, valiéndose de ejemplificaciones y casos propios de editoriales comerciales y especializadas.
Tal como se expresa en la Introducción, el libro aborda el rol fundamental del editor de adquisiciones o coordinador editorial, en tanto persona responsable de evaluar manuscritos, propuestas o proyectos; de crear ideas para nuevos libros; de contratar autores, y de supervisar los libros a lo largo del proceso de edición. Se propone desarrollar cuáles son las principales tareas del editor y señalar los errores más comunes que pueden cometerse en el trabajo editorial, valiéndose de ejemplificaciones y casos propios de editoriales comerciales y especializadas.
En el capítulo 1 se analizan cuáles son los factores que
intervienen en la elección de lo que se publica. Por un lado, se encuentran los
aspectos que los autores tienen en cuenta a la hora de elegir una editorial:
prestigio e identidad del catálogo, capacidad del editor, calidad de la producción,
y políticas de promoción y marketing eficientes. Por otro lado, están los
aspectos que el editor debe tener en cuenta al elegir a los autores, ya sea a
partir de la selección de manuscritos o propuestas recibidas, o al desarrollar
proyectos editoriales.
Uno de los aspectos principales que debe tener en cuenta el
editor al seleccionar los libros a publicar es el mercado al que se dirigen,
debe estar al tanto de los intereses y necesidades de los lectores. Para esto
debe realizar investigaciones de mercado y estar en contacto con los ámbitos
relacionados con la orientación de la editorial.
Así también, debe considerarse la adecuación del proyecto o
de la propuesta al catálogo de la editorial. Si bien se puede concebir un
catálogo tanto a partir de categorías reducidas como amplias, una vez
especificado el tema los catálogos deben definirse de acuerdo al nivel del
lector al que se dirige.
Es esencial que el público lector esté claramente
especificado y que el tamaño del mercado sea suficiente para llevar adelante la
publicación. Del mismo modo, debe realizarse una evaluación de la competencia,
conocer lo que ellos están haciendo y analizar los siguientes aspectos:
precios, estrategias de marketing, otras áreas compatibles, características de
sus publicaciones para buscar la diferenciación.
Por otro lado, en el capítulo se plantea que el editor debe
determinar qué tipos de asesoramiento necesitará para tomar decisiones acerca
de los proyectos de publicación. En primer lugar, es indispensable discutir la propuesta
con los colegas, con el personal de marketing, de producción, etcétera. Pero
también es posible que sea necesario recurrir a asesores especializados o
lectores profesionales para que estos realicen informes minuciosos.
Luego de analizar toda la información reunida, a la hora de tomar la decisión de publicar el editor también debe evaluar si la tirada es sustentable, es decir, si es posible vender esa cantidad de ejemplares y si las ventas alcanzarán las utilidades brutas esperadas.
Luego de analizar toda la información reunida, a la hora de tomar la decisión de publicar el editor también debe evaluar si la tirada es sustentable, es decir, si es posible vender esa cantidad de ejemplares y si las ventas alcanzarán las utilidades brutas esperadas.
Por último, se señalan factores que pueden conducir a malas
decisiones. Establecer una relación demasiado estrecha o condescendiente con
los autores puede llevar a ser demasiado entusiasta con una obra que todavía no
se sabe con certeza si se publicará o a prometer cosas que no puede cumplir, lo
que puede resultar muy perjudicial para la relación con el autor. Del mismo
modo, puede ser negativo involucrarse demasiado con el tema, porque puede
llevar a perder la objetividad y el criterio comercial. Y no deben perderse de
vista los objetivos esperados, es necesario administrar el tiempo y el esfuerzo
que se puede dedicar a cada uno de los títulos. También puede resultar perjudicial
hacer un mal uso de la información, ingresar al mercado a destiempo y publicar
por imitación dentro de un campo grande.
En el cierre del capítulo, se presentan algunos errores
comunes de planeamiento. Entre ellos se menciona el cálculo erróneo de la extensión
y de la fecha de entrega, el pago de grandes anticipos cuando no se tienen
evidencias sólidas de que se recuperará esa suma de dinero, y la obstinación en
defender a ciegas un proyecto aun cuando la mayoría de los colegas tienen dudas
o no manifiestan el mismo entusiasmo.
En el capítulo 2 se desarrollan los puntos que se deben
tener en cuenta al contratar proyectos para su publicación. Los distintos tipos
de editoriales presentan diferencias en cuanto a la existencia o no de una
instancia formal de aprobación de un proyecto antes de la firma de un contrato
con un autor. Sin embargo, preparar una presentación escrita para justificar la
publicación de un libro basándose en pruebas es algo que el editor debería
poder hacer si es que la obra vale realmente la pena.
Es necesario, también, elaborar un estado de resultados para
demostrar que la obra es financieramente viable. Su confección también varía de
una editorial a otra, pero en todos los casos debe confirmar que el proyecto
cumple con el nivel de rentabilidad esperado, para que junto con el resto de
las publicaciones del plan editorial se logren resultados financieros que
permitan a la editorial continuar sus actividades.
Por otro lado, es necesario ser riguroso en cuanto a la
extensión y los plazos de entrega. Ambos aspectos deben discutirse con el autor
al comienzo, llegar a un acuerdo realista y claro. El autor debe saber que lo
acordado no puede sufrir modificaciones, ya que esto puede provocar problemas
serios para la publicación, ya sea de calidad, de costos de producción, de
pérdida de ventas, etcétera.
También es importante confeccionar contratos adecuados para
el sector y para la editorial, que establezcan de manera precisa las
condiciones referidas a los anticipos, las regalías y los derechos
subsidiarios, y que estas condiciones queden claras para ambas partes. El
editor o el departamento de derechos, si hubiere, deben asegurarse de que el
contrato establezca un acuerdo justo para ambas partes. Y si en dicho contrato queda
excluido un determinado tipo de derecho subsidiario, debe asegurarse de que su
producto no se verá perjudicado en el futuro por otro formato de presentación
del contenido.
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