domingo, 21 de septiembre de 2014

Librería especializada en libros de cocina

Hace ya varias semanas emprendí un recorrido por algunas librerías con el objetivo de explorar específicamente libros de cocina. La idea era comenzar a conocer este género editorial, cuáles son las características de las editoriales del sector, qué títulos publican y qué colecciones hay.

Visité varias librerías: una sucursal de Casassa y Lorenzo, otra de El Ateneo, la librería Paidós del Fondo, entre otras. En varias de ellas encontré secciones especiales y gran cantidad de libros de cocina para explorar, lo que en principio nos permite pensar que se trata de un género editorial que cuenta con una vasta producción y que goza de cierta vitalidad en términos de oferta y demanda.

Entre las librerías visitadas quizás la más relevante es la librería Gourmand Place, especializada en libros de gastronomía, ya que me permitió tener un amplio panorama del sector. Gourmand no es una librería "a la calle", pero sí abierta al público; queda en Rodríguez Peña 1180, 1.º D (CABA).

La librería está organizada en los siguientes subgéneros:
  • Manuales de cocina (guías y manuales generales, enciclopedias, diccionarios, libros de historia de la cocina, etcétera)
  • Nutrición
  • Cocina para niños (incluye libros de comidas para niños y otros de recetas para preparar con chicos)
  • Panadería
  • Pastelería y repostería
  • Vinos y bebidas
  • Cocina de autor (libros de chefs reconocidos)
  • Cocina temática (libros sobre diferentes clases de comidas, como salsas, ensaladas, masas, etcétera)
  • Cocina étnica (libros sobre tradiciones culinarias de diferentes partes del mundo)
  • Cocina casera (libros que incluyen recetas que no se agrupan ni por autor, ni por tipo u origen, sino, por ejemplo, por cantidad de recetas o por nivel de complejidad)
  • Guías de restaurantes 
A partir de esta exploración podemos observar que existe una gran variedad de tipos de libros de gastronomía, dada la diversidad temática, los diferentes niveles especificidad y complejidad, y los distintos tipos de públicos a los que se dirigen (desde el público en general hasta especialistas en la materia). 

Además, aunque existen ciertas características físicas que se pueden reconocer como comunes a la mayoría de los libros de cocina (predominio de lo visual, diseño de maqueta compleja y utilización de imágenes), también se observa una gran diversidad de los libros en tanto objetos físicos. Desde los libros en rústica, de formato estándar y texto corrido, entre los que se encuentran algunos libros de nutrición o sobre historia de la gastronomía,



hasta ejemplares de gran tamaño, con papeles e impresiones de alta calidad, y encuadernaciones lujosas.




También podemos encontrar formatos novedosos y libros acompañados de accesorios útiles para realizar las recetas.


En próximas entradas continuaré exponiendo las características de este género editorial con el objetivo de realizar un análisis exhaustivo de la competencia.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Primeros lineamientos del proyecto editorial

Como mencioné anteriormente, me propongo elaborar un proyecto para la edición de un libro de cocina. He trabajado en el ámbito gastronómico y conozco a muchas personas relacionadas con el sector. La idea es convocar a algunos cocineros jóvenes argentinos que se encuentren trabajando actualmente en gastronomía.

El proyecto consistiría en reunir a cinco o seis cocineros y cocineras y desarrollar un capítulo dedicado a cada uno de ellos. En cada capítulo se incluirían recetas propias y relatos breves sobre sus experiencias de vida y sus vínculos con la gastronomía. Me interesa cuidar especialmente la redacción de las recetas y acompañarlas con buenas fotografías de los platos. Los relatos sobre las experiencias de los cocineros podrían realizarse a partir de entrevistas pensadas para tal fin.

Aunque quizás sea muy pronto para hablar del título del libro, creo que pensar en eso puede ayudar a definir mejor las características del proyecto. Entre las ideas que se me ocurrieron ha predominado el siguiente posible título: Cocinar para vivir. Periplos y recetas de nuevos cocineros argentinos.

La frase Cocinar para vivir hace referencia a que se trata de cocineros que viven de la cocina de un modo particular, quizás en contraposición a los chefs más conocidos que podrían estar mejor representados con la frase Vivir para cocinar. Sin embargo, la idea no es presentar esta condición desde un lugar negativo, sino, todo lo contrario, ya que se trata de personas que dedican su vida a esto con mucha pasión y lo hacen de una manera muy profesional.

En principio, estuve pensando en dos cocineros con los que trabajé y a los que me gustaría convocar para este proyecto. El próximo paso consistirá en ponerme en contacto con ellos para contarles cuál es la idea y ver si están interesados en formar parte del libro. En caso de que así sea, me gustaría conversar con ellos para comenzar definir mejor cuestiones específicas (propuesta de cantidad de recetas, formato, etcétera) y para pensar a qué otros cocineros podría convocar.

domingo, 24 de agosto de 2014

En una tienda de libros

Unos días antes de comenzar la cursada del seminario, hice una exploración casual en una librería muy particular. Ese día tenía que ir desde el Parque Centenario hasta Av. Córdoba y Dorrego, pero tenía dos horas libres en el medio. Como estaba soleado decidí ir caminando y aprovechar para pasar por una librería que me habían recomendado: Guantes de mimbre y luz, tienda de libros.


































En esta pequeña librería del barrio de Villa Crespo se puede encontrar tanto libros nuevos como usados, títulos de editoriales grandes y consagradas, de editoriales pequeñas e independientes, como así también revistas y discos. Probablemente no sea una de esas librerías en las que uno puede encontrar casi cualquier libro que esté buscando, pero sí se puede ir dispuesto a hacer hallazgos interesantes e inesperados.

En mi caso, tuve la suerte de encontrar los libros de Periplo, una editorial de libros de cocina que conocí a través de una nota en la revista Jengibre, y que tiene un breve pero muy interesante y cuidado catálogo. Y, naturalmente, no me pude resistir y me llevé uno de sus títulos: Cuaderno dulce. También encontré un libro que recopila textos de la escritora Laura Esquivel, entre los que se encuentra el que le da nombre a este blog.

 

Los chicos que manejan la librería publican la mayoría de los títulos que van adquiriendo en su facebook (https://www.facebook.com/guantesdemimbreyluz?fref=ts).

lunes, 11 de agosto de 2014

Esbozo de una idea

Cuando decidí hacer este seminario, una de mis principales incertidumbres era que no tenía ninguna idea concreta para un proyecto editorial. Quiero decir, uno como persona vinculada al mundo editorial siempre tiene ideas o fantasías sobre la realización de uno que otro libro, pero nunca había tomado la iniciativa de darle forma a alguna de esas ideas para poder llevar a cabo un proyecto editorial personal.

Ante la propuesta del seminario, que nos coloca en el lugar de desarrollar nuestras propias producciones como editores, me pareció necesario pensar en un proyecto no solo en función de su viabilidad, sino también en relación con mis propios intereses. Así fue que, a partir de ciertas experiencias personales vinculadas a la gastronomía decidí que el género editorial en el que se enmarcaría mi proyecto sería el de los libros de cocina.
Aunque la idea está verde aún, las siguientes serían algunas de sus características principales:
  • En principio, se tratará de un proyecto para un libro único, así surgió la idea. Quizás, a medida que avance en el proyecto, este encuentre su lugar en una colección ya existente o permita pensar los lineamientos para una posible colección en un determinado catálogo.
  • Me parece interesante recuperar el carácter simple del arte culinario en tanto práctica real y propia de nuestra vida cotidiana. En este sentido, me gustaría convocar a cocineros que trabajan actualmente en gastronomía y construir relatos a partir de sus recetas y de sus experiencias personales relacionadas con la cocina.
Básicamente, la idea es no redundar en libros de cocina temáticos ni de chefs consagrados; apelar a cocineros jóvenes y buscar, desde una estética simple, lograr una edición cuidada tanto en el contenido como en sus características físicas.

domingo, 10 de agosto de 2014

Gill Davies: Gestión de proyectos editoriales. Cómo encargar y contratar libros (Introducción, Capítulos 1 y 2)

Síntesis de contenido:

Tal como se expresa en la Introducción, el libro aborda el rol fundamental del editor de adquisiciones o coordinador editorial, en tanto persona responsable de evaluar manuscritos, propuestas o proyectos; de crear ideas para nuevos libros; de contratar autores, y de supervisar los libros a lo largo del proceso de edición. Se propone desarrollar cuáles son las principales tareas del editor y señalar los errores más comunes que pueden cometerse en el trabajo editorial, valiéndose de ejemplificaciones y casos propios de editoriales comerciales y especializadas.

En el capítulo 1 se analizan cuáles son los factores que intervienen en la elección de lo que se publica. Por un lado, se encuentran los aspectos que los autores tienen en cuenta a la hora de elegir una editorial: prestigio e identidad del catálogo, capacidad del editor, calidad de la producción, y políticas de promoción y marketing eficientes. Por otro lado, están los aspectos que el editor debe tener en cuenta al elegir a los autores, ya sea a partir de la selección de manuscritos o propuestas recibidas, o al desarrollar proyectos editoriales.

Uno de los aspectos principales que debe tener en cuenta el editor al seleccionar los libros a publicar es el mercado al que se dirigen, debe estar al tanto de los intereses y necesidades de los lectores. Para esto debe realizar investigaciones de mercado y estar en contacto con los ámbitos relacionados con la orientación de la editorial.

Así también, debe considerarse la adecuación del proyecto o de la propuesta al catálogo de la editorial. Si bien se puede concebir un catálogo tanto a partir de categorías reducidas como amplias, una vez especificado el tema los catálogos deben definirse de acuerdo al nivel del lector al que se dirige.

Es esencial que el público lector esté claramente especificado y que el tamaño del mercado sea suficiente para llevar adelante la publicación. Del mismo modo, debe realizarse una evaluación de la competencia, conocer lo que ellos están haciendo y analizar los siguientes aspectos: precios, estrategias de marketing, otras áreas compatibles, características de sus publicaciones para buscar la diferenciación.

Por otro lado, en el capítulo se plantea que el editor debe determinar qué tipos de asesoramiento necesitará para tomar decisiones acerca de los proyectos de publicación. En primer lugar, es indispensable discutir la propuesta con los colegas, con el personal de marketing, de producción, etcétera. Pero también es posible que sea necesario recurrir a asesores especializados o lectores profesionales para que estos realicen informes minuciosos.

Luego de analizar toda la información reunida, a la hora de tomar la decisión de publicar el editor también debe evaluar si la tirada es sustentable, es decir, si es posible vender esa cantidad de ejemplares y si las ventas alcanzarán las utilidades brutas esperadas.

Por último, se señalan factores que pueden conducir a malas decisiones. Establecer una relación demasiado estrecha o condescendiente con los autores puede llevar a ser demasiado entusiasta con una obra que todavía no se sabe con certeza si se publicará o a prometer cosas que no puede cumplir, lo que puede resultar muy perjudicial para la relación con el autor. Del mismo modo, puede ser negativo involucrarse demasiado con el tema, porque puede llevar a perder la objetividad y el criterio comercial. Y no deben perderse de vista los objetivos esperados, es necesario administrar el tiempo y el esfuerzo que se puede dedicar a cada uno de los títulos. También puede resultar perjudicial hacer un mal uso de la información, ingresar al mercado a destiempo y publicar por imitación dentro de un campo grande.

En el capítulo 2 se desarrollan los puntos que se deben tener en cuenta al contratar proyectos para su publicación. Los distintos tipos de editoriales presentan diferencias en cuanto a la existencia o no de una instancia formal de aprobación de un proyecto antes de la firma de un contrato con un autor. Sin embargo, preparar una presentación escrita para justificar la publicación de un libro basándose en pruebas es algo que el editor debería poder hacer si es que la obra vale realmente la pena.

Es necesario, también, elaborar un estado de resultados para demostrar que la obra es financieramente viable. Su confección también varía de una editorial a otra, pero en todos los casos debe confirmar que el proyecto cumple con el nivel de rentabilidad esperado, para que junto con el resto de las publicaciones del plan editorial se logren resultados financieros que permitan a la editorial continuar sus actividades.

Por otro lado, es necesario ser riguroso en cuanto a la extensión y los plazos de entrega. Ambos aspectos deben discutirse con el autor al comienzo, llegar a un acuerdo realista y claro. El autor debe saber que lo acordado no puede sufrir modificaciones, ya que esto puede provocar problemas serios para la publicación, ya sea de calidad, de costos de producción, de pérdida de ventas, etcétera.

También es importante confeccionar contratos adecuados para el sector y para la editorial, que establezcan de manera precisa las condiciones referidas a los anticipos, las regalías y los derechos subsidiarios, y que estas condiciones queden claras para ambas partes. El editor o el departamento de derechos, si hubiere, deben asegurarse de que el contrato establezca un acuerdo justo para ambas partes. Y si en dicho contrato queda excluido un determinado tipo de derecho subsidiario, debe asegurarse de que su producto no se verá perjudicado en el futuro por otro formato de presentación del contenido.

En el cierre del capítulo, se presentan algunos errores comunes de planeamiento. Entre ellos se menciona el cálculo erróneo de la extensión y de la fecha de entrega, el pago de grandes anticipos cuando no se tienen evidencias sólidas de que se recuperará esa suma de dinero, y la obstinación en defender a ciegas un proyecto aun cuando la mayoría de los colegas tienen dudas o no manifiestan el mismo entusiasmo.